Philip Glass y Godfrey Reggio

Ya han pasado casi veinticinco años (terrible cómo pasa el tiempo) desde aquel memorable concierto-audiovisual de Philip Glass en el Teatro Fleta de Zaragoza, Koyaanisqatsi. Revolviendo papeles encontré la entrada y el programa de mano, que guardo como una reliquia. Quedé impresionado en aquel concierto. Ahora pienso que podría ser el primer referente que tengo de lo que intento hacer en Fonosträbico, respecto al formato y discurso, salvando las diferencias obvias.
Koyaanisqatsi, que en lengua de los indios hopi significa «vida desequilibrada», es una película muda contemporánea realizada por Godfrey Reggio en 1982, con una banda sonora que durante varios años fue interpretada en directo por su autor Philip Glass, por todo el mundo, junto a la proyección de la película y una ensemble de sintetizadores y diversos instrumentos sinfónicos clásicos. Esta película formó parte de la trilogía Qatsi, seguida por Powaqqatsi (1988) y Naqoyqatsi (2002). Así habla de ellas Godfrey Reggio: «Mi intención es crear una experiencia (...) El significado de la película depende del espectador (...) Al hacer estas películas, decidí dejar de lado toda la base de un film tradicional, actores, caracterización, trama, argumento... y traté de llevar el fondo –todo lo que serviría de soporte, como un papel pintado– a la superficie, convirtiéndolo en el tema, ennobleciéndolo con las virtudes de un retrato, haciéndolo presente
La música de su amigo Philip Glass se fundió con las imágenes, parecía algo hecho al milímetro, nota por nota o secuencia por secuencia. Pero ocurría algo mucho más complejo y todavía misterioso: una narrativa o poesía sin lenguaje textual, sin alineación ni sucesión lógica, absolutamente imprevisible o imprevisto. La creatividad según Rodari o Calabrese. Y no hemos llegado al final de esto, ahí tenemos un infinito fascinante.