El Sueño

El Sueño es una publicación digital que se autodefine, con agudeza somarda aragonesa, como "fanzine sectario zaragozano". Acumula ya casi una veintena de números con un interesante contenido artístico, cultural y político, explorando el arte underground y las resistencias al elitismo cultural mercantil, sin disimular una rotunda posición de izquierdas. También hay que mencionar su sugerente contenido visual, a veces incluso sonoro e interactivo. Una propuesta editorial arriesgada, necesaria y recomendable.
El pasado mes de marzo El Sueño me hizo una entrevista que publicó en su número 15 y que reproduzco a continuación.
Me gustaría que me hablaras de tus talleres de “cine encontrado”. Cual es la dinámica que lleváis? Como lo planificas? Recuerdo una preciosa actuación de John Foxx con fragmentos de su colección de películas caseras de 8 mm… El tuyo es otro planteamiento diferente, que significa “encontrado”?
Es un taller para construir una película colectiva, mediante la técnica del reciclaje audiovisual que en inglés llaman "found footage”. Su traducción sería "metraje encontrado", porque el proceso consiste en encontrar una nueva narración en piezas audiovisuales que ya existen pero se crearon con una intención distinta. Al cambiar su contexto inicial y combinarlas con otras cosas encontramos nuevos significados. El taller se adapta a las limitaciones de cada participante y no son necesarios conocimientos técnicos previos. Utilizamos un método de creación colectiva que he diseñado a partir de mis investigaciones sobre el trabajo de autores como Jay Rosenblatt, Eve Sussman, Peter Watkins, Brian Eno, Robert Bresson, etc, que tienen unos procesos creativos en los que no resuelven ni predeterminan la subjetividad, sino que se abren a la posibilidad de la percepción activa, que la estrategia mercantil desactiva sistemáticamente. Intento subvertir los procesos industriales de producción y cosificación de las audiencias. El taller consta de diversas fases de trabajo colectivo, en el que las resignificaciones escapan a la intención individual determinada, se extienden, confrontan, debaten con otras… y así surge la narrativa que finalmente da forma a la película.

Otra de tus actividades esta enfocada al arte visual, tu instalación “Ente” en Etopía era un bonito caleidoscopio ambiental. Has pensado en el uso de está instalación como parte de un concierto por ejemplo? Tal vez proyectando sobre el publico?
Sí, Ente tiene varias configuraciones de instalación, depende de las condiciones disponibles, con más o menos pantallas, con o sin cámaras interactivas. Hay una versión para el directo que presenté en el Festival Pirineos Sur en 2018, un set compuesto de visuales y manipulación sonora en vivo, una especie de video-hipnosis psicodélico con mandalas caleidoscópicos y animaciones circulares que se transforman a lo largo del espectáculo.

Enlazando con proyectos para Etopia, tuve el placer de colaborar en tu otro trabajo, “Equitono”, Hablame del proceso.
Equitono es un dispositivo audiovisual experimental para mostrar, en tiempo real, una representación visual del sonido, una ilustración del sonido. Conceptualmente, la intención del proyecto es ilustrar sonidos de la voz humana, sus registros fonéticos, entonaciones y expresiones, desde una percepción artística subjetiva, pero también basada en investigaciones de la psicología experimental como la sinestesia imagen=sonido y los arquetipos del inconsciente colectivo. El reto de Equitono es conectar sonido e imagen desde extremos primitivos, sin intermediar. Es como recrear, o quizá comprimir, el proceso con el que se formaron las letras o los ideogramas que representan sonidos (fonemas) del lenguaje. El dispositivo, que desarrollé con software libre Pure Data, permite configurar y diseñar “alfabetos visuales” que responderán a las frecuencias (Hz) de las entradas sonoras. Esos “alfabetos visuales” son ilustraciones animadas del sonido que pueden partir de procesos sintéticos o totalmente artesanos y primitivos.

Tu interés en el fenómeno de la sinestesia es en relación a una posible poética, algo cercano a la magia o es pura ciencia por definir?
Es evidente que cuando utilizamos tecnología utilizamos ciencia, pero no tengo claro que estemos haciendo ciencia. Recientemente se ha extendido la tendencia que impone la ciencia como argumento para la creación artística y desprecia los argumentos políticos, filosóficos, metafísicos, poéticos, que a mí me parece que son inherentes a la práctica artística. Creo que la ciencia se desarrolla posteriormente, como consecuencia de la pulsión artística, del hacer y representar nuestras inquietudes y su experimentación. No digo que una cosa sea más importante que otra, pero me parece un error disolver una en otra o ponerlas en competición.

En que estás ahora? Sigues trabajando en música o estas más centrado en lo visual?
Todos mis proyectos tienen un hilo conductor, aunque tengan nombres diferentes forman parte de un largo proceso, quizá infinito, de aprendizaje e investigación sobre la imagen en movimiento y los nuevos medios audio-visuales. En esto sigo. Pero la precariedad laboral, tan desgraciadamente frecuente en estos trabajos del ámbito artístico y cultural, me ha obligado a hacer un paréntesis durante casi todo el año pasado para dedicarme a la reforma de mi casa, que también es el lugar donde trabajo. Ahora mismo estoy terminando un dispositivo de videomapping que es interactivo con los sonidos, funcionará como espectáculo en directo o como instalación expositiva. También estoy intentando conseguir financiación para un nuevo taller de reciclaje audiovisual, y preparo otro taller de estampación de camisetas.

Como crees que el arte en general se acerca a la política actualmente. Desde “Las Vanguardias”, con algunas salvedades, parece que hay un interés en bifurcar ambos mundos, dejar claro que las experiencias de creación nacen de un ámbito digamos “espiritual” muy privado. Tu como lo ves?
Es un tema interesante. El escritor Alberto Santamaría trata de esto en sus ensayos con una profunda investigación histórica donde explica cómo el neoliberalismo capitalista intenta siempre despolitizar la cultura, incluso absorbiendo vanguardias artísticas para convertirlas en objeto de consumo hasta vaciarlas de contenido político. Yo creo que el arte se desarrolla siempre por un contexto político. Es consecuencia política y por lo tanto siempre contiene rasgos estéticos inseparables de la intención o explicación política. El neoliberalismo capitalista considera la cultura y el arte como productos que deben competir en el mercado, donde el capital decidirá la cultura y el arte mediante sus dinámicas invertir/ganar/perder. Ante este contexto nuestra actitud en la práctica artística y cultural será una actitud política en cualquier caso.

Como ves el panorama actual? Se que eres también un defensor de RBU, El avance en progresión geométrica de la inteligencia artificial crees que nos acerca a la misma velocidad a la situación clave para implantarla?
Es que no hay democracia si no está garantizada la subsistencia. Quizá la Renta Básica Universal Incondicional no solucione todos los problemas, pero establecerá un punto de partida en igualdad que sin duda mejorará nuestra convivencia social. En cuanto a la Inteligencia Artificial me parece que hay demasiada “tecnolatría”. Y es que la tecnología no soluciona por sí sola ningún problema, necesita nuestra deliberación política. La IA no puede ser otra cosa que una mecanización y automatización acelerada de nuestras decisiones, porque ninguna ortopedia tecnológica puede fabricarse fuera de nuestra experiencia y conocimiento, incluirá los mismos conflictos con los que conviven sus fabricantes. La tecnología está siendo utilizada principalmente para producir más, pero ya hemos visto que esa mayor producción no favorece a todo el mundo. Tenemos lavadoras, neveras, ordenadores, cosechadoras, etc, pero seguimos trabajando las mismas horas que hace medio siglo. En este sentido podríamos reivindicar con razón una política redistributiva con la implantación de la RBUI, pero cuidado porque esto justificaría el crecimiento desatado de la tecnología productiva, lo cual ya sabemos que es insostenible y catastrófico. Pienso que una política redistributiva es imposible sin exigir responsabilidades a quienes acaparan la posesión de la tecnología, de la producción y de los beneficios.